Parálisis Cerebral

“Es un trastorno en los movimientos y la postura debido a una lesión en el cerebro que impide a la persona mover los músculos y coordinarlos de forma normal.  Con frecuencia se presenta con problemas de lenguaje, visión y audición”. Bax 1964

La parálisis cerebral no es una enfermedad, por lo cual no se contagia, no se hereda y no hay medicina que pueda curarla; se trata pues de una condición especial de vida que permanentemente acompaña a la persona.
El término es, por ello, muy duro. Para muchos, define a alguien que tiene paralizado el cerebro, lo que se asocia con la discapacidad intelectual, lo que es falso.

La parálisis cerebral no implica tener un cerebro estático, sino una mente atrapada en un cuerpo que no reacciona como debería. Es causada por un daño neurológico que impide la correcta coordinación entre las órdenes del cerebro y la respuesta del cuerpo.

La parálisis cerebral es diferente en cada persona: puede ser muy evidente o discreta; algunas personas con esta condición de vida pueden moverse o no moverse, hablar, hablar con dificultad o no hablar. Incluso, para algunos puede ser imposible tomar sus alimentos por sí mismos.

Muchos requieren de un acompañante que apoye, mueva, alimente y atienda sus necesidades para desplazarse, comer, dormir, estar aseados, tomar sus terapias, procurarse una ocupación y socializar durante toda la vida.

Esta condición no tiene cura, pero mediante atención integral, espacios de vida, trabajo y tratamientos cálidos y seguros, se puede lograr un mayor estado de independencia, una buena recuperación emocional y una mejor integración familiar, laboral y social.

La Parálisis Cerebral se manifiesta de formas muy diversas, dependiendo de la localización de la lesión y de sus consecuencias motoras, denominando los siguientes tipos:

Parálisis Cerebral Espástica: (Localización en el Sistema Piramidal).

Se caracteriza principalmente por el aumento del tono muscular, especialmente a nivel de miembros superiores e inferiores, con disminución de los movimientos voluntarios, siendo estos rígidos y lentos.

Ocasiona la adopción de posturas anormales que pueden ocasionar deformidades fijas crónicas e irreversibles. Este aumento exagerado del tono afecta muchas veces, entre otros, a los músculos del tórax, abdominales, diafragma, laringe, mandíbula, lengua, que se manifiestan en problemas del habla como:

  • Alteración de la mímica: rostro inexpresivo.
  • Articulación lenta y dificultosa.
  • Respiración insuficiente y superficial.

Parálisis Cerebral Atetoide: (Localización en los núcleos basales).

Se caracteriza, principalmente, por movimientos lentos, involuntarios (que se agravan con la fatiga y las emociones y se atenúan en reposo, desapareciendo con el sueño) y descoordinados, que dificultan la actividad voluntaria.

Parálisis Cerebral Atáxica:(Localización en el cerebelo). 

Se caracteriza por trastornos de la coordinación y la postura estática. Se produce inestabilidad en el equilibrio, control de la cabeza, tronco y extremidades.

Siendo las manifestaciones más comunes:

  • Alteración del tono muscular.
  • Ligamentos y articulaciones láxos y frágiles.
  • Marcha descoordinada.
  • Alteración en la dirección y movimientos.
  • Incapacidad para caminar en línea recta.
  • Lenguaje ralentizado.

Parálisis Cerebral mixta:

Frecuentemente, aparece en combinación de las formas anteriores, afectando más ampliamente al individuo en el ámbito motor, sensorial, mental y afectivo.

No debemos olvidar que la Parálisis Cerebral, además de ser un trastorno motor, puede venir acompañada, en muchos casos, de una serie de problemas que dificultan el desarrollo general de la persona, como pueden ser:

  • Alteraciones visuales y auditivas.
  • Retraso mental.
  • Epilepsia.
  • Problemas de percepción (visual, auditiva y táctil)
  • Problemas perceptivo-motores (alteración del esquema corporal, orientación espacio-temporal, lateralidad.)
  • Alteraciones de la conducta.
  • Alteraciones en el desarrollo del lenguaje.

Atendiendo a las causas que provocan Parálisis Cerebral, podemos hablar de:

A) Parálisis Cerebral Congénita, que puede estar presente, bien en los meses de gestación, o bien en el momento del parto, debido a:

Factores prenatales:

  • Anoxia prenatal (circulares del cordón umbilical al cuello, patologías placentarias o del cordón).
  • Hemorragia cerebral prenatal.
  • Infección prenatal (toxoplasmosis, rubeola).
  • Factor RH (incompatibilidad madre-feto).
  • Exposición a radiaciones.
  • Desnutrición materna, (anemia).
  • Amenaza de aborto.
  • Tomar medicamentos contraindicados por el médico.
  • Madre mayor o muy joven.
  • Prematuridad.

Factores perinatales:

  • Bajo peso al nacer.
  • Hipoxia perinatal.
  • Trauma físico directo durante el parto.
  • Mal uso y aplicación de instrumentos (Forceps).
  • Placenta previa o desprendimiento.
  • Parto prolongado y/o difícil.
  • Presentación pelviana con retención de la cabeza.
  • Asfixia por circulares al cuello (Anoxia).
  • Cianosis al nacer.
  • Bronco-aspiración.

B) Parálisis Cerebral adquirida, dándose ésta después del nacimiento y antes de los dos años de edad por factores postnatales:

  • Traumatismos craneales.
  • Infecciones como Meningitis, Encefalitis, abscesos cerebrales.
  • Intoxicaciones (plomo, arsénico).
  • Accidentes vasculares.
  • Epilepsia.
  • Fiebre alta con convulsiones.
  • Accidentes por descargas eléctricas..
  • Encefalopatías por anoxia.

Según el Centro de Cirugía Especial de México IAP, en México hay alrededor de 500 mil personas con PC. Desgraciadamente no se cuenta en el sector público con un registro confiable que pueda dar cuenta de las cifras reales. De estas personas, se calcula que el 25% de los niños nunca podrán caminar y el 75% de los casos necesitarán algún tipo de ayuda técnica para hacerlo. Además, según la Oficina de Representación para la Promoción e Integración Social para personas con Discapacidad de la Presidencia de la República, cada año se suman 12 mil nuevos casos a estas estadísticas.